Aaron Rodgers está en vías de repetir una temporada de MVP en la NFL, algo sumamente complicado y que solo elementos de elite como él pueden si quiera soñar con ello. La visita a la ciudad de Minnesota augura una gran tarde para el veterano quarterback que busca demostrar que los Vikings “también le pertenecen”, tal y como se lo hizo saber a los Bears hace unas semanas.
Existen argumentos para afirmar que Rodgers también es amo y señor de los Vikings. Si bien su récord ante Minnesota no es el más espectacular (15-9-1), sus números lo abalan como un mariscal de campo que gusta de tener actuaciones dominantes ante sus rivales divisionales. Rodgers suma 50 pases de anotación, seis mil 130 yardas y siete intercepciones.
“Cada vez que jugamos en contra, ellos presentan algo nuevo”, dijo Rodgers previo al encuentro. “Ayuda mucho que tengan a los mismos tipos con el paso de los años así que pueden arrojar diferentes cosas hacia uno”, añadió el vigente MVP de la NFL.
De acuerdo con ESPN Stats and Information, Rodgers tiene el mayor porcentaje de touchdowns (5.9 por ciento) que cualquier mariscal de campo que los Vikings hayan enfrentado bajo el mando de Mike Zimmer. El entrenador en jefe del equipo de Minnesota tiene una competencia intensa con Rodgers en cada encuentro que tienen.
“Nunca quieres que él (Rodgers) tenga el balón para el final del juego. No creo que ningún entrenador en la Liga pudiera decir ‘Oh, vamos a darle a él el balón’. Así que hay que pelear de manera intensa el juego entero”, dijo Zimmer sobre la peligrosidad de Rodgers en series definitivas.
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