El 28 de enero de 1996, los Cowboys paladeaban las mieles de la gloria mecidos en los cuernos de la luna. Esa noche conquistaron su tercer Super Bowl en cuatro años y el número cinco de su historia para confirmarse como la franquicia más exitosa del momento en la NFL tanto deportiva como financieramente.
Sin embargo, 25 años después, los éxitos se esfumaron como hojas de los árboles en el otoño y la primavera nunca volvió a Arlington, por más que sus arcas siguieron llenándose al grado de ser en la actualidad la franquicia deportiva más valiosa del mundo por sexto año consecutivo pese a la pandemia, según Forbes.
Pero por más que los de la Estrella Solitaria han aparecido en la cima de la lista de manera ininterrumpida desde el 2016, Dallas no ha vuelto a proclamarse campeón de la NFL desde entonces y, por el contrario, acumula dolorosos descalabros que asemejan una malaria a tal grado que ni siquiera han podido ganar un solo juego de Ronda Divisional desde la temporada de 1995 y 10 derrotas en postemporada y solo cuatro triunfos a cambio.
Pese a ello y con todo y la voraz pandemia del Coronavirus, no se vio afectado el valor de los Cowboys que aumentaron en un 43 por ciento en los últimos cinco años, pasando de 5 mil 500 a 5 mil 700 millones de dólares del 2020 al 2021, como si la mortal Covid-19 no fuera ya ni un simple resfriado para sus finanzas y en general para los equipos de la NFL, que dominan el conteo de la prestigiosa revista con 26 apariciones en los primeros 50 lugares.
Dallas sigue siendo uno de los cuatro equipos más ganadores de la liga con cinco títulos al igual que San Francisco, que los colocan solo detrás de los seis de Pittsburgh y New England.
Pero la brecha entre los Cowboys y el segundo equipo más valioso de la NFL, los Patriots —octavos en el top 50— es tan amplia como mil 300 millones de dólares, mientras que su rival divisional, los Giants aparecen en la novena posición general y tercera entre los Clubes de futbol americano con 4 mil 300 millones.
