Los Tampa Bay Buccaneers son uno de los equipos que buscarán un nuevo quarterback en la temporada baja del 2023 luego de que Tom Brady anunció su retiro del futbol americano profesional. Nombres como Derek Carr y Jimmy Garoppolo resaltan como principales opciones, mientras que Carson Wentz pudiera ser una opción más real para los ‘Bucs’.
Se estima que los campeones de la división sur de la Conferencia Nacional tengan aproximadamente 55 millones de dólares libres en el tope salarial para la temporada baja del 2023. Tanto Carr como Garoppolo e incluso Wentz son costeables dentro del rango disponible que tiene Tampa Bay.
Lamentablemente para los Buccaneers, se espera que el resto de su División busque a un nuevo mariscal de campo; abriéndole la oportunidad del título divisional al equipo que logre firmar al mejor pasador disponible. Actualmente, Tampa Bay solo tiene a Kyle Trask, elegido en la segunda ronda del draft del 2021, ya que el veterano Blaine Gabbert se convertirá en agente libre en los próximos días.
Carr, Garoppolo y Wentz buscan una revancha personal en la NFL luego de lo que fue la temporada 2022. Carr salió por la puerta de atrás de Las Vegas, mientras que ‘Jimmy G’ se convertirá en agente libre tras el despunte de Brock Purdy y en el caso de Wentz, es cuestión de días para que Washington lo deje en libertad tras el fracaso que resultó en los Commanders.
A pesar del espacio en el tope salarial con el que cuentan los ‘Bucs’ para elegir a su nuevo mariscal de campo. La realidad es que los precios de estos tres pasadores sobrepasan su producción. En 2022 Derek Carr cobró 17 millones de dólares de salario con los Raiders y apenas pudo ganar seis juegos de campaña regular. Garoppolo recibió siete millones de dólares de los 49ers por 16 pases de anotación y Wentz cobró 22 MDD por solo siete juegos como titular en 2022.
Los Buccaneers no tienen muchas opciones en la agencia libre y no todos los años puede firmarse a un quarterback de élite, como lo hicieron en 2020 con Tom Brady.
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