Antonio Brown tuvo un ataque de inestabilidad emocional durante el juego entre los Tampa Bay Buccaneers y los New York Jets. El colapso se produjo al final del tercer cuarto. El jugador parecía animado mientras hablaba con su compañero de equipo Mike Evans cuando se quitó las almohadillas, la camiseta, los guantes y la camiseta, arrojando los guantes y la camiseta a las gradas, y luego caminó con el torso desnudo por la línea lateral y hacia la zona de anotación.
Pareció ser una muestra de frustración por parte de Brown, quien tuvo tres recepciones para 26 yardas. Brown fue suspendido el mes pasado por tres juegos por violar los protocolos covid-19 de la liga. También tiene un historial de problemas de conducta personal y comportamiento extraño.
Tras el juego el head coach Bruce Arians declaró que el veterano receptor estaba fuera del equipo y de esta forma Brown perdió una cantidad cercana a los 20.5 millones de pesos, sólo en incentivos por temporada.
Según reveló Adam Schefter, Brown tenía estipulado en su contrato ganar tres incentivos por 333 mil 333 dólares cada uno por recepciones, yardas recibidas y touchdowns, una cifra cercana al millón de dólares, 20.5 millones de pesos apróximadamente, en conjunto.
Brown necesitaba alcanzar 50 recepciones, 800 yardas y siete touchdowns; sin embargo, tras su salida de los Buccaneers, terminó con 42 recepciones para 545 yardas y cinco touchdowns (uno de ellos por tierra).
El receptor se quedó a ocho recepciones, 155 yardas y dos anotaciones para cobrar todos los incentivos, con el resto del juego ante Jets y el partido de la Semana 18 ante Carolina Panthers por delante.