Dos semanas antes de firmar como nuevo jugador de los Tampa Bay Buccaneers, Antonio Brown se vio inmiscuido en un problema vecinal al ser acusado de destruir una cámara de vigilancia en el lujoso desarrollo de Hollywood Oaks.
Además, el polémico jugador también fue acusado de arrojar una bicicleta a una caseta de vigilancia, aunque la asociación de propietarios de la zona no había notificado de los hechos a las autoridades.
Sin embargo, la policía de Hollywood determinó que había causa probable para acusar a Brown de un delito menor por el incidente del 15 de octubre, según el informe. Pero la presidenta de la asociación de propietarios Hollywood Oaks, Sylvia Berman se negó a presentar cargos, según el informe, y la policía dijo que temía que Brown "pudiera tomar represalias contra sus empleados".
Un portavoz de Brown dijo el lunes que ha estado "ayudando al Sr. Brown durante varios meses a resolver ciertas disputas menores con la autoridad de vivienda".
"Uno de los problemas involucró las dificultades que experimentaron los amigos y familiares que visitaban al intentar acceder a una puerta de entrada. Ese y todos los demás problemas se han resuelto de manera completa y amistosa, y todos se llevan bien", dijo la portavoz Alana Burstyn, y agregó: "No estoy segura de quién está tratando de promover esta narrativa".
Lo que aún no se sabe es si los Buccaneers sabían sobre el incidente antes de contratar a Brown, quien había sido suspendido por ocho semanas por violar la política de conducta personal de la NFL anteriormente.