Que nadie despierte de su sueño a los Detroit Lions, que de la mano de Jared Goff derrotaron a los Tampa Bay Buccaneers para regresar a una Final de Conferencia después de 30 años. La última vez que el equipo llegó a esta instancia fue en 1992, y ahora se enfrentarán a los San Francisco 49ers, uno de los dos mejores equipos de la temporada de NFL.
Pero la afición de Detroit por ahora no se preocupa de ello y quiere disfrutar del momento. Así es el caso de Benjamin Capp, quien desde hace más de seis décadas ha asistido de manera casi ininterrumpida al Ford Field para apoyar a los suyos y nunca se sintió tan motivado como ahora.
"Es soprendente que hayamos llegado tan lejos", declaró el aficionado a CBS tras la victoria ante Los Ángeles Rams la semana pasada en la Ronda de Comodines. "Para empezar, fue extremadamente emotivo, traté de contener las lágrimas. Había mucha gente que lloraba",
Fue la primera victoria en playoffs para los Lions en más de 30 años, tiempo en el Capp ha sido un constante en la tribuna como abonado. Sin embargo, nunca le había tocado ver algo igual. "Por supuesto, fue lo más ruidoso que he escuchado a lo largo de los años. Para los Vikings, el juego fue muy ruidoso, pero no como el de anoche".
"Fue muy emotivo para mí porque estaba con mi hijo y mis dos nietos. Habíamos estado juntos antes, pero para ese juego en particular estaban muy emocionados. Fue como si hubiera mucho amor en el estadio", y añadió que actualmente su equipo luce irreconocible.
Cuando cumplió 40 años acudiendo al estadio, Capp recibió una chamarra especial por parte del equipo. Ahora, a menos que viaje al Levi's Stadium, le tocará ver a distancia a su equipo en la Final de Conferencia. Pero el sueño sigue vivo y la posibilidad de que su equipo le regale una histórica participación en el Super Bowl se mantiene latente.