Nick Foles, una carrera de 'sube y baja' en la NFL

Nick Foles, lesionado del hombro en su primer partido con Jaguars
Nick Foles, lesionado del hombro en su primer partido con Jaguars
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AP
PAMELA PAZ
| 15 Sep, 2019

El destino se ha encargado de premiar y castigar a Nick Foles a lo largo de su carrera de siete temporadas en la NFL. El quarterback egresado de la Universidad de Arizona ha vivido de todo como profesional, pasando del suelo al cielo y de regreso en cuestión de años.

Su historia comienza en el Draft de 2012, cuando fue seleccionado en la tercera ronda por los Philadelphia Eagles para ser sustituto de Michael Vick. En esa misma campaña debutó como profesional en la Semana 10 contra los Cowboys tras una lesión de Vick. Una fecha después fue titular por primera vez, así continuó hasta la jornada 16, en la que se fracturó la mano y tuvo que ser reemplazado.

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Para la siguiente campaña, Foles volvió a luchar por la titularidad en Philly, sin embargo, de nuevo fue superado por Vick, quien durante la temporada, cedió terreno por las lesiones y otra vez, Nick salió al rescate de las Águilas, con actuaciones que le valieron un llamado al Pro Bowl y romper un récord importante al tener la mejor proporción de touchdowns e intercepciones con 27-2. Además, en el juego contra los Raiders lanzó siete anotaciones, con lo que empató la máxima marca en un sólo partido que ostentan otros seis quarterbacks.

Al año siguiente mantuvo sus buenas actuaciones, mostrando seguridad en sus pases, sin embargo, en la Semana 9 sufrió una fractura de clavícula que terminaría con su temporada y su estancia con los Eagles, pues para el 2015 fue intercambiado a los Rams por Sam Bradford.

Nick Foles en su etapa con Rams

Nick Foles en su etapa con Rams|AP

Con St. Louis, Foles no tuvo su mejor versión y a lo largo de la temporada comenzó a ser impreciso, situación que le costó la titularidad a manos de Case Keenum. Para 2016, los Rams prefirieron tomar a Jared Goff en el Draft, lo que supuso el fin de Nick con la franquicia, motivo por el cual contempló el retiro. Sin embargo, los Chiefs aparecieron y lo firmaron por un año.

Pese a que en Kansas City no tuvo muchas oportunidades, pudo ver acción en un par de juegos como consecuencia de una conmoción de Alex Smith, quien era el jefe en la posición de quarterback. La temporada siguiente regresó a Philadelphia como sustituto de Carson Wentz.

Nick Foles y Carson Wentz observan el Vince Lombardi

Nick Foles y Carson Wentz observan el Vince Lombardi|AP

En 2017, Foles se convirtió en el héroe favorito de los aficionados de los Eagles, luego de la terrible lesión de Wentz a finales de temporada en lo que había sido un año magnífico para el joven QB. Pese a la presión, Foles llevó a Philadelphia hasta el Super Bowl LII, donde vencieron a los New England Patriots, y el mariscal de campo por fin fue reconocido y premiado con el MVP, al ser el único jugador en lanzar y atrapar un pase en el Súper Tazón.

 

 

Al año siguiente la historia se repetiría, pero en esta ocasión a Foles no le alcanzó el talento para volver a triunfar en los Playoffs y quedarían eliminados en la Ronda Divisional frente a los New Orleans Saints.

Consciente de que tenía el nivel para ser titular en otro equipo, Foles pidió su liberación y firmó con los Jaguars, quienes estaban ávidos de un quarterback talentoso. Sin embargo, cuando parecía que Nick por fin volvería a tener su oportunidad de mostrarse, el destino decidió regresarlo a la realidad en su primer partido con Jacksonville, en el que se fracturó la clavícula tras una dura tacleada, dejándolo en el limbo y a merced de lo que haga el novato Gardner Minshew.

 

 

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