Ver a Patrick Mahomes en el campo de juego rememora aquellas épocas de la NFL donde la única manera en que un jugador abandonaba un partido era en camilla. Y es que el pasador de Kansas City llevó a su equipo a la victoria contra Jacksonville por marcador de 27-20 literalmente con un pie.
Mahomes sufrió escalofriante captura con poco de menos de dos minutos y medio para terminar el primer cuarto, luego de que Corey Peters y Arden Key lo mandaron al suelo, pero en el movimiento, Key le cayó con todo el peso de su cuerpo en el tobillo derecho.
Se mantuvo un par de jugadas, pero sus movimientos fueron nulos por lo que le dejó su puesto a Chad Henne que no lo hizo nada mal, tras comandar una serie que terminó en anotación.
Pero el deseo de Mahomes por jugar fue mucho mayor y regresó para la segunda mitad solo con un vendaje reforzado en el tobillo derecho.
Los primeros reportes indican que fue sometido a Rayos X dentro del mismo vestuario, pero no se encontró una lesión de consideración más allá de un esguince.
Mahomes terminó con 22 pases completos de 30 intentos para 195 yardas y dos envíos a las diagonales.
Kansas City ahora asistirá a su quinta final de la AFC de forma consecutiva, en las cuatro anteriores siempre jugó en casa, situación que ahora podría cambiar con el choque que sostengan este Cincinnati y Buffalo este domingo.
