Tom Brady se ha convertido en el titiritero del equipo de los Tampa Bay Buccaneers. El veterano mariscal está moviendo todas las piezas para conseguir su séptimo trofeo Vince Lombardi. Esta vez convenció a la organización de firmar a Antonio Brown y su llegada es un hecho.
Luego de cumplir su suspensión de ocho encuentros para el 2020, el exreceptor de los Patriotas vuelve a encontrarse con el veterano pasador, quien específicamente pidió sus servicios a la administración del equipo de Tampa Bay. Brown y los Bucs llegaron a un acuerdo por un año y su incorporación se dará una vez que el jugador pase las pruebas por COVID-19.
A Brady le quedó un gran sabor de boca luego del único partido en el que tuvo a Brown como compañero. Aquella tarde en Miami de Semana 2 el ‘extraño’ dúo se conectó para cuatro recepciones, 56 yardas y un touchdown. “Te quiero, hermano”, fueron las palabras del receptor a Brady luego de aquella anotación.
El veterano de 32 años llega a un plantel sumamente dinámico en Tampa Bay y a un grupo de receptores que ya con esta incorporación se han convertido en el mejor de toda la Liga. Brown hará mancuerna con Mike Evans y Chris Godwin, además de Rob Gronkowski, quien acaba de anotar su primer touchdown con los Buccaneers la semana anterior.
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Tampa Bay no ha escatimado en tener a su quarterback lo mejor armado posible y este tipo de adquisiciones, si es que el nivel de Brown sigue intacto, podría ilusionar a la ciudad de la Florida en ganar el Super Bowl en casa.
