El mariscal de campo Josh Allen, de los Bills de Buffalo, puso a prueba su codo derecho lesionado el viernes por primera vez en una sesión de práctica esta semana y figura como cuestionable para enfrentar a los Vikings de Minnesota el domingo.
Los Bills se refirieron al tiempo de entrenamiento de Allen como limitado, lo que todavía se considera un paso en la dirección correcta, dado que se perdió las dos primeras sesiones tras sufrir una torcedura del codo derecho cerca del final de la derrota ante los Jets de Nueva York el pasado fin de semana.
Antes de la sesión de entrenamiento, el entrenador en jefe de los Bills, Sean McDermott, dijo que la decisión sobre si Allen jugará el domingo es una “situación de hora a hora”.
“Estamos literalmente en una situación de hora a hora”, dijo McDermott. “Sólo nos queda observar cómo va progresando a lo largo del día ya medida que pase por diferentes pruebas, médicamente, asegurandonos de que logre cumplir los requisitos de una progresión”.
Poco después, el entrenador dio una respuesta vaga cuando se le preguntó qué necesita ver de Allen para determinar si el mariscal de campo estelar puede jugar el domingo.
“Respetuosamente, sólo nos resta continuar durante el día y ya veremos. Escuchen, voy a hacer un gran trabajo como oyente en términos de escuchar lo que diga nuestro equipo médico”.
Para el duelo con los Vikings (7-1), líderes de la División Norte de la NFC, McDermott descartó al profundo titular Jordan Poyer (codo) y al ala defensiva titular Greg Rousseau (tobillo), pero el linebacker titular Matt Milano (oblicuo ) “deberá estar listo para jugar” después de perderse un juego.
Allen no se ha ausentado como titular desde que sufrió una lesión similar en 2018, que lo obligó a perderse cuatro juegos en su temporada de novato.
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