Patrick Mahomes y Travis Kelce tienen una simbiosis tal que podrían encontrarse con los ojos cerrados a kilómetros de distancia. Con dos touchdowns producto de su sinergia, lograron domar la bravura de los Bills y lideraron a los Chiefs para que conquistaran por segundo año consecutivo el título de la AFC, por lo que defenderán su trono ante los Buccaneers de Tom Brady en un Super Bowl que sintetizará pasado, presente y futuro de la NFL.
Kansas City acabó con Buffalo, 24-38, para repetir su aparición en el Súper Domingo en busca de convertirse en el primer equipo desde los Patriots de 2003-2004 en ganar dos títulos consecutivos.
El equipo de Andy Reid lo logró pese a iniciar el partido abajo en el marcador por nueve puntos, pero justo la adversidad es la especialidad de los Chiefs para emerger como Ave Fénix, pues con el de anoche, desde el comienzo de 2019, tienen marca de 9-2, incluidos los Playoffs, con Mahomes iniciando como titular en juegos en los que tienen desventaja de al menos nueve puntos o más en cualquier momento del encuentro, además de extender a 4-2 su récord esta temporada cuando está con ese déficit, el mejor registro de toda la liga.
Los Chiefs ya se habían convertido en el primer equipo desde los Eagles de 2002-2004 en disputar tres Juegos de Campeonato consecutivos, pero en 2019, Kansas City no pudo acceder al Super Bowl tras caer ante los Patriots de Tom Brady, quien podría nuevamente impedir una hazaña del equipo llamado a suceder su dinastía ahora con el Vince Lombardi en disputa.
Kelce se convirtió en el blanco favorito del MVP del Super Bowl LIV al recibir 13 pases para 118 yardas y dos anotaciones, la primera de ambas con su patentado shovel pass, la receta de la casa. El ala cerrada de 31 años se convirtió de esta manera en el primero de su posición en la historia de la liga con cinco juegos de Postemporada de más de 100 yardas recibidas y se unió a Antonio Brown y Julian Edelman como los únicos jugadores desde al menos 1950 con 10 juegos consecutivos de más de siete recepciones, incluyendo los Playoffs.
Mahomes lanzó para 325 yardas, tres touchdowns y ninguna intercepción para llegar a 30 juegos consecutivos con al menos un pase de anotación. Ahora, se convertirá en el más joven quarterback de la historia, con 25 años y 143 días de edad a la fecha del Super Bowl LV, en titularizar dos super tazones superando a Russell Wilson, que tenía 26 años y 64 días de edad en el momento de su segundo Gran Juego en la edición XLIX del mismo.
