Ryan Lochte, suspendido 10 meses por escándalo en Río 2016

Ryan Lochte, tras competencia en Río 2016
Ryan Lochte, tras competencia en Río 2016
|
EFE
EFE
| 08 Sep, 2016

El Comité Olímpico de Estados Unidos confirmó este jueves la sanción de diez meses de suspensión al nadador Ryan Lochte, doce veces medallista olímpico, por el escándalo que protagonizó en los Juegos de Río de Janeiro cuando se inventó un asalto con pistolas.

La sanción fue confirmada por la federación de natación USA Swimming, después de que este miércoles se filtrara a la prensa que el castigo al nadador le impedirá competir en el Campeonato Mundial de Budapest de julio de 2017.

Junto a Lochte también fueron sancionados Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feigen, los otros miembros del equipo olímpico estadounidense que participaron en el incidente en Río.

 

 

Además de la suspensión para participar en competiciones nacionales e internacionales (hasta el 30 de junio de 2017), lo que le impedirá competir en los campeonatos nacionales del próximo año, algo imprescindible para ir al mundial Budapest, Lochte dejará de recibir en estos diez meses la ayuda financiera de la federación, no podrá acceder a centros de entrenamiento oficiales y tendrá que realizar 20 horas de servicios comunitarios.

Tampoco podrá asistir a la recepción en la Casa Blanca cuando el presiente Barack Obama reciba al equipo olímpico.

Los otros implicados en el incidente en Brasil, Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feigen tendrán sanciones similares, pero el tiempo de duración será de cuatro meses (hasta final de año), según informó el Comité Olímpico en un comunicado.

Los cuatro nadadores, liderados por Lochte, se inventaron durante los Juegos Olímpicos de Río un falso asalto con pistolas por parte de delincuentes disfrazados de policías que según su relato detuvieron el taxi con el que volvían de madrugada de una fiesta a la Villa Olímpica.

Ryan Lochte nada en Juegos de Río 2016

Ryan Lochte nada en Juegos de Río 2016|EFE

Las lagunas en sus versiones, junto a un vídeo que recogía su llegada a las instalaciones olímpicas horas después del supuesto asalto, tranquilos y con sus efectos personales, llevaron a la Policía brasileña a abrir una investigación.

Esa investigación concluyó que fueron precisamente los nadadores quienes provocaron destrozos en una gasolinera en la que pararon el taxi y también un enfrentamiento con agentes de seguridad, que les hicieron pagar los desperfectos, un incidente que después trataron de hacer pasar por un asalto.

La justicia brasileña ordenó la retención de los pasaportes de los deportistas e impidió a dos de ellos (Bentz y Conger) que ya estaban en el aeropuerto de Río, abordar el avión de vuelta a Estados Unidos, aunque sí pudieron hacerlo al día siguiente después de prestar declaración. 

Notas Relacionadas