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El primer ministro de Italia le bajó el pulgar a la candidatura de Roma como sede de los Juegos Olímpicos de 2020 al afirmar que el gobierno no está en condiciones de ofrecer el respaldo económico necesario en medio de una profunda crisis financiera.
Tras una reunión de gabinete ministerial el martes, el primer ministro Mario Monti indicó que sería "irresponsable" el uso del dinero de los contribuyentes para financiar un proyecto olímpico con una garantía de que el gobierno cubriría cualquier faltante.
"Llegamos a la conclusión unánime de que el gobierno no sentía que fuera responsable asumir tal garantía en la condición actual de Italia", dijo Monti. "Estudiamos los planes con sumo cuidado".
"Italia puede y debe tener metas ambiciosas. Nuestro gobierno está enfocado también en su crecimiento, no sólo en la austeridad, pero en estos momentos no creemos que sea adecuado comprometer a Italia a este tipo de garantía que podría poner en riesgo el dinero de los contribuyentes", agregó.
Se estimaba que una olimpiada de verano en Roma podría costar unos 12 mil 500 millones de dólares.
La decisión fue tomada un día antes del plazo fijado por el Comité Olímpico Internacional para la entrega formal de la documentación de las candidaturas. El COI exige que los pliegos incluyan una garantía financiera de los gobiernos.
"Monti nos dijo que no, es una gran tristeza", dijo Gianni Petrucci, presidente del comité olímpico italiano (CONI). "Es un sueño que se desvaneció luego de dos años de arduo trabajo, la candidatura era seria. Estoy convencido de que tienes que hacer recortes, pero cuando haces recortes, también tienes que cultivar un sueño a futuro. Necesitas recortar y pensar en inversiones, y los olímpicos son una inversión en el futuro".
"No me siento humillado. Por supuesto que hacerlo en el último día me hace sentir muy, muy mal", añadió Petrucci. "Debió haber más respeto. Pero, como le dije con gran convicción al primer ministro Monti, hicimos todo lo que pudimos".
El retiro de Roma deja a cinco ciudades compitiendo por el 2020: Madrid; Estambul; Doha, Qatar; Bakú, Azerbaiyán; y Tokio.
Esta era vista como la mejor oportunidad de Italia de albergar una cita de verano, ya que posponer la candidatura para el 2024 la pondría a competir contra posibles propuestas de Sudáfrica, Francia y Estados Unidos.
"Hay mucha tristeza por haber perdido una gran oportunidad", dijo el presidente de la candidatura y vicepresidente del COI Mario Pescante. "El proyecto también era serio desde un punto de vista económico, pero fue una decisión que se reflexionó mucho y tenemos que aceptarla".
"De nuestra parte había también mucho entusiasmo de que los juegos pudieran contribuir a relanzar a nuestro país y explicar a la juventud que en el 2020 retomaremos el camino. Pero no compartieron nuestro entusiasmo. Pasamos horas hablando, pero (Monti) fue inamovible en el tema de las cuentas ligadas a la situación económica general. Tenemos que renunciar al hecho de que por al menos otros 10 años, no hablaremos sobre albergar los juegos en Italia".
El COI seleccionará la sede en una asamblea que se realizará en Buenos Aires en 2013.
Los apuros financieros de Italia terminaron con las esperanzas del país de tener sus segunda olimpiada de verano luego de los Roma 1960.
Monti dirige un gobierno de tecnócratas encargados de luchar contra los problemas económicos del país. Al desechar la candidatura de Roma, el primer ministro envía un importante mensaje a los mercados acerca de que Italia es seria en su compromiso de reducir su deuda.
