AGENCIAS
Luego de la decepcionante campaña que tuvieron en 2011 los Jets que Nueva York, con la que finalizaron en el segundo puesto de la División Este de la AFC, con un récord de 8-8 y fuera de los Playoffs, el entrenador del equipo Rex Ryan mostró sus emociones por la eliminación, llorando este lunes frente a todos sus jugadores, reunidos en sus instalaciones de práctica.
Ésa no era la exactamente la escena que los neoyorquinos esperaban ver al termino de la temporada. Pero con el Super Bowl como su principal objetivo, Ryan no pudo evitar emocionarse. "(Rex) Lloró porque nos ama”, dijo el guardia Matt Slauson.
Y es que Ryan había garantizado hace unos meses que este era el año en el que los Jets alzarían por segunda ocasión en su historia el trofeo Vince Lombardi, luego de perder por dos años consecutivos la final de la AFC.
Sumado a esto, varios jugadores de los Jets comenzaron a limpiar sus casilleros pensando ya en la próxima temporada o, quizá, en la posibilidad de cambiar a otra franquicia en 2012.
"Estamos viendo a otros equipos en la Postemporada y creo que nosotros debíamos estar ahí”, confesó Ryan, en conferencia de prensa. "Creo que eso es doloroso. Más allá de lo que yo crea, es doloroso y ya”, añadió.
Hombres como Darrelle Revis, Nick Folk, Bart Scott, Mark Sánchez, Santonio Holmes, LaDainian Tomlinson y Patrick Turner sacaron todas sus cosas de las instalaciones del equipo mostrando enojo y decepción.
"No es divertido perder”, indicó el mariscal de campo Mark Sánchez, quien concluyó la temporada con 26 pases de anotación, 39 capturas y 16 intercepciones, siete de ellas en los últimos tres partidos de la campaña.
Otros jugadores, como el apoyador Bart Scott se le preguntó sobre su continuidad con el equipo a lo que contestó. "Todo lo que sé, es que tengo un contrato garantizado por cuatro millones de dólares”, dijo escueto.
El receptor abierto Santonio Holmes, fue uno de los que salió visiblemente más molestos. Fue a su casillero, tomo una caja y su casco, al mismo tiempo que era escoltado fuera de los vestuarios por un miembro del personal de relaciones públicas del equipo sin hacer una sola declaración a los medios de comunicación en el sitio.