Marco García, quarterback del equipo Mayas, y que prácticamente destrozó la Liga en las primeras fechas, destacó que tras los problemas económicos que enfrentó la LFA, fueron los propios jugadores quienes decidieron seguir e impulsar el proyecto.
“Por la semana 3 se reunieron con nosotros y nos dijeron que la Liga terminaba por algunos inconvenientes de dinero; sin embargo, nuestro compromiso y nuestras ganas de jugar no iban a terminar con ello, por lo que se propuso el pago de jugadores con un porcentaje de la taquilla y con boletos”, manifestó García.
“Quedamos que la ganancia de la taquilla se iba a dividir entre los cuatro equipos y la diferencia se completaría con los boletos, ya sea para venderlos o usarlos porque muchos de los jugadores compran boletos para su familia y nos pareció algo bueno”, destacó.
El pasador manifestó que todos entendieron lo complicado que sería el primer año, pero en la búsqueda de afianzar la Liga, todos decidieron poner de su parte.