AP
En sus cuatro viajes previos al Super Bowl con Bill Belichick como su entrenador y Tom Brady como quarterback, los Patriotas de Nueva Inglaterra amenazaron con llevar el partido a tiempo extra.
A duras penas ganaron en 2002, 2004 y 2005, y perdieron por tres puntos ante los Gigantes de Nueva York en un partido clásico en 2008.
Cuando Nueva Inglaterra y Nueva York se enfrenten de nuevo el domingo en el estadio Lucas Oil de Indianápolis, los Patriotas serán favoritos a ganar por tres puntos.
Y existe una gran posibilidad de que ese margen se decida en un tiempo extra sin precedentes.
Ambos equipos llegan enrachados, con los Patriotas ganando 10 partidos consecutivos después de su derrota en casa ante los Gigantes en noviembre. Nueva York cayó en un bache después de esa victoria al perder cuatro partidos seguidos y cinco de seis antes de retomar el camino con triunfos apretados en contra de los Jets de Nueva York y los Vaqueros de Dallas, para ganar el título de la División Este de la Conferencia Nacional.
Los Gigantes han ganado cinco juegos en fila, incluyendo duelos de playoffs ante Atlanta, el campeón defensor Green Bay y San Francisco.
En 2008, los Patriotas llegaron invictos al Super Bowl y buscaban la primera temporada perfecta de la NFL en 35 años hasta que Gigantes los sorprendieron. Una vez más, Nueva Inglaterra llega con mejor foja y los Gigantes tomaron la ruta larga rumbo a la final de la liga.
"Son los mismos equipos, pero a nuestra manera de pensar, con muchos jugadores nuevos", dijo el quarterback de los Gigantes, Eli Manning, uno de los héroes de la victoria por 17-14 de hace cuatro años. "Se nos han ido 16 de esos jugadores y a Nueva Inglaterra sólo les quedan siete de los que estuvieron en ese equipo. Muchos de los jugadores que serán factores clave en este partido no estuvieron en ese último Super Bowl".
"Nos hemos hecho a la idea de que este es un partido nuevo. Son los mismos equipos, pero con un rostro totalmente diferente. Lo que sucedió en el Super Bowl anterior no importa. Lo que sucedió en nuestro último enfrentamiento de la temporada no importa. Todo es cuestión de lo que hagamos el domingo y lo que hagamos en este partido".
Lo que los Gigantes deben hacer es presionar a Brady antes de que se deshaga del balón. Terminaron capturándolo cinco veces y golpeándolo al menos nueve en el duelo de 2008 y lo presionaron durante la victoria de temporada regular en noviembre. Si pueden incomodar a Brady y presionarlo antes de que lance, arruinarían el ritmo de juego de la ofensiva de Nueva Inglaterra.
"Pueden forzar a un quarterback a tomar malas decisiones y a lanzar pases malos", dijo Brady. "Sufrimos demasiado de eso en la última vez que los enfrentamos y no vamos a poder ganar el partido cometiendo errores".
"No sería el Super Bowl si no estuvieran hablando sobre ir tras de mí y tratar de derribarme. Eso es lo que espero. Y, ¿saben qué? A nuestra línea ofensiva se le paga para mantenerlos alejados".
Dado que Brady prácticamente no representa una amenaza por tierra, los Gigantes tratarán de reducir la bolsa de protección lo suficiente para que Brady no pueda mantenerse dentro y lanzar. De no hacerlo, será difícil cubrir al receptor Wes Welker y a los dinámicos alas cerradas Rob Gronkowski y Aaron Hernandez; la línea secundaria de Nueva York no es lo suficientemente fuerte como para tener éxito sin la ayuda de la presión al quarterback.
El esguince en el tobillo izquierdo de Gronkowski es un problema para Nueva Inglaterra, si bien todos esperan que pueda jugar. Pero si su aportación de yardas por avance tras la recepción es limitada, una de sus mayores fuerzas, también podría afectar a los Patriotas.
Donde Nueva Inglaterra en verdad ha mejorado recientemente es a la defensiva, y los Gigantes pondrán a prueba esa mejoría. Los Patriotas no podrán ejercer una doble marcación a los tres receptores de Manning —Hakeem Nicks, Víctor Cruz y Mario Manningham— durante todo el partido, y cada uno de ellos es capaz de completar jugadas decisivas. Belichick tendrá que idear algo creativo para desacelerarlos.
"Para cada equipo al que uno enfrenta, pienso que nuestros entrenadores han hecho un buen trabajo en cuanto a analizarlos y descifrarlos y a partir de eso diseñamos nuestro plan de juego", dijo el esquinero de los Patriotas Kyle Arrington, que empató en el primer lugar de la liga en intercepciones con siete en temporada regular. "Ellos diseñan un plan de juego específico para cada rival. Uno definitivamente busca eliminar sus puntos fuertes en cada plan de juego que se plantea. Nosotros vamos a salir a merodear. No puedo elogiar lo suficiente su talento, qué enorme reto van a ser para nosotros".