AP
La seguridad para el Super Bowl del domingo en el estadio Lucas Oil aumentará considerablemente, aunque las autoridades afirmaron el miércoles que no han recibido amenazas para el partido entre los Gigantes de Nueva York y los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Las amplias medidas de seguridad en eventos deportivos masivos son comunes desde los ataques terroristas de 2001.
Los cerca de 67.000 aficionados que acudirán al estadio en Indianápolis tendrán que pasar por detectores de metales y registros manuales. Las autoridades le recomendaron a los fanáticos que no lleven cámaras de video, pelotas de playa y otros objetos como vuvuzelas.
Las autoridades divulgaron una lista de objetos prohibidos, a sabiendas que la entrada al estadio que comenzará cuatro horas y media antes del partido podría ser lenta debido a las revisiones.
Entre los objetos prohibidos están los paraguayas, coches para bebés, luces láser, botellas, latas, neveras y varios artículos electrónicos.
También se prohibió que aviones privados vuelen pro encima del estadio durante el partido.
La secretaria de seguridad nacional, Janet Napolitano, indicó que unos 8.000 empleados y voluntarios realizaron adiestramientos de seguridad, y 3.000 agentes de seguridad privada fueron contratados para ayudar a los miles de policías y bomberos de Indianápolis que trabajarán el día del partido.
El aumento en la seguridad es evidente esta semana en el centro de Indianápolis, donde perros detectores de bombas revisan autobuses.