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El peor partido de los Lakers esta temporada propició que Kobe Bryant disparara contra los directivos del equipo y puso en evidencia que no todo anda bien en Los Ángeles.
Esto quedó expuesto tras la derrota 102-90 ante los Suns de Phoenix la noche del domingo al poner en duda la continuidad de Pau Gasol en la quinteta de Los Ángeles.
Bryant, llamativamente, fue quien trajo el tema a colación, sin que nadie hiciera una pregunta.
Y habló con fuertes palabras, incluso obscenidades, para enfatizar lo mucho que le importa la situación.
"Es duro para un jugador poder darlo todo cuando no sabes si va a estar con el equipo mañana", dijo Bryant. "Así que yo preferiría que no lo cambien de equipo. Y si van a hacerlo, ojalá lo hicieran de una (...) vez. Si no lo van hacer, que salgan a decir que no".
Después del partido, Bryant se refirió a lo difícil que es para un jugador prepararse mentalmente para cada duelo. Acto seguido, se puso a hablar sobre Gasol.
"Es duro para Pau en medio de todos estos rumores sobre cambios", dijo Bryant. "Le cuesta concentrarse del todo en un juego cuando todos los días estás escuchando que te van a mandar a otra parte".
Los Lakers navegan por aguas turbulentas desde que fueron barridos por los eventuales campeones Mavericks de Dallas en los playoffs el año pasado. El entrenador Phil Jackson, reemplazado por Mike Brown. El equipo dejó a un lado su estilo ofensivo y ahora apelan más a la defensa.
Justo antes del comienzo de la temporada, los Lakers casi completaron un canje de jugadores entre tres equipos. Gasol fue traspasado a Nueva Orleáns y Chris Paul pasó a Los Ángeles. Pero el comisionado de la NBA David Stern vetó el canje y, en otra transacción, Paul terminó fichando con el otro club de Los Ángeles, los Clippers.