JESÚS DÍAZ
Mientras charla, Sugar Ray Leonard tiene una actitud abierta y jovial, por momentos no parece ser un hombre de 55 años, sino aquel joven olímpico que ve en el boxeo "su vida” y al que defiende sobre todas la cosas.
"El boxeo es un deporte increíble, el deporte que lo tiene todo, pero algunos olvidan que también es una forma de entretenimiento y negocio, algo que la gente ama, aunque no practique, y que deja dinero. Siempre existirá un mundo en torno a eso, y creo que los dos pueden confluir”.
Ray Leonard nunca ha sido un detractor del negocio en el boxeo, al contrario, algunas de sus peleas fueron emblemáticos shows televisivos, con toda la parafernalia a cuestas, como su regreso contra ‘Marvelous’ Marvin Hagler en 1986 (que le garantizó 11 millones de dólares) y la todavía más histórica batalla que perdió contra Roberto ‘Manos de Piedra’ Durán, en la que obtuvo nueve mdd.
Sin embargo, el ex púgil estadounidense admite que "el boxeo no es tan excitante como solía ser. Había algo en los cuadriláteros, la técnica y los boxeadores. Por otra parte, los pugilistas ahora tienen una gran exposición, eso les brinda la oportunidad de mostrar su talento. Hay maestros de la expectativa, como Manny Pacquiao o Floyd Mayweather Jr.”.
Nunca dejará de pelear
"Me estoy haciendo viejo”, reconoce el Campeón mientras recuerda los años en que estaba "en súper excelente forma”.
"La primera vez que me sentí así fue cuando cumplí los 40, porque yo no estaba muy centrado en mis veinte y treintas. Me empecé a preocupar por cosas y perdí mi visión de túnel”, recuerda.
No obstante, el boxeador siente estar de nuevo en el camino, hoy se dedica a dar pláticas en todo el mundo (muchas altruistas sobre la diabetes juvenil), entrena a jóvenes boxeadores y figuras del espectáculo (como Hugh Jackman en la cinta ‘Gigantes de Acero’), participa en programas de televisión y está por lanzar su autobiografía, de la cual espera realizar una película.
La vida del ex boxeador no es tan turbulenta como en sus inicios, ni con tantos reflectores encima como hace unos años, pero Sugar Ray Leonard no lo ve como un problema porque, como dice, nunca dejó de ser un chico tranquilo al que le gustaban los cómics.
"Tengo muchas anécdotas, pero las resumiría en una frase: ‘El boxeo ha sido mi vida’”, dice Sugar, llamado así por su entrenador, aunque su sobrenombre se atribuye más a ciertas similitudes que tenía con otro gran púgil, Sugar Ray Robinson.