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Son muy raras las veces que alguien le saca a ventaja a Bill Belichick en cuanto a preparar un partido. Perder es algo sumamente inusual para Tom Brady.
El genial estratega al costado y el avispado líder en el campo —campeones de tres Super Bowls— están un escalón por encima de sus rivales de cara al partido de campeonato de la NFL. Y es por eso que los Patriots de Nueva Inglaterra derrotarán el domingo a los Gigantes de Nueva York, un título que se conseguirá gracias a la sagacidad del entrenador y su quarterback.
Durante sus 12 años como entrenador de este equipo, Belichick ha sido un obsesivo en prestar atención al más mínimo detalle.
"No hay nadie que trabaje tanto como él", dijo Brady. "Creo que nunca he ido al estadio sin que él no estuviese ahí. Está pendiente de todo. Lo analiza todo. Mira cada segundo de vídeo que puede".
"Nuestros equipos siempre van mejorando a medida que transcurra la temporada", añadió.
Han pasado casi tres meses desde la última derrota de los Patriots. Fue un 24-20 contra los Gigantes, que anotaron un touchdown a 15 segundos del final. A partir de entonces, Brady les ha guiado a 10 victorias en fila.
"Todo comienza con su arrojo. La forma con la que se anticipa a las defensas, la forma con la que dirige y se proteje a si mismo", dijo el guard Logan Mankins. "De vez en cuando uno se encandila con el talento. Tom no será uno de los más agiles, pero sin suda es de los más inteligentes y tiene un tremendo brazo".
La destreza de los dos veces Jugador Más Valioso del Super Bowl para anticipar a las defensas es un elemento importante contra los Giants, un equipo que suele usar cuatro defensivos y son muy agresivos.
Pero los Patriots tienen un grupo de veteranos en su muro de protección. Durante la temporada regular, Brady fue derribado sólo dos veces. Ha sido derribado una vez en dos partidos de playoff.
Si Brady tiene tiempo, se puede dar gusto con la mediocre secundaria de los Gigantes y acumular puntos como lo hizo prodigiosamente durante la temporada regular.
Lideró la Conferencia Americana con 32,1 puntos por partidos y promedia 34 en los playoffs. Es una ofensiva que ha ejecutado más de la mitad de sus jugadas sin tener que reunir a sus compañeros en un círculo. Es un ataque no le da respiro a las defensa y siempre dispone de las piezas adecuadas para situaciones particulares.
Los Gigantes ni siquiera podrán sacar mucha ventaja de que el tight end Rob Gronkwoski arrastra un esguince en el tobillo izquierdo.