Danny Woodhead aportó cuatro touchdowns por primera ocasión en su carrera y los Chargers doblegaron 30-14 a los Delfines de Miami, en lo que fue tal vez el último partido de la NFL realizado en San Diego.
Philip Rivers recuperó un balón suelto en una jugada que comenzó cuando él mismo vio interceptado un envío.
Woodhead capturó dos pases de anotación de nueve yardas y uno de 20. Llegó también a la zona prometida mediante un acarreo de dos yardas por los Chargers (4-10), que no lograron un solo touchdown en sus dos duelos anteriores como locales.
Miami (5-9) cayó por cuarta ocasión en sus últimos cinco compromisos.
Tras 55 campañas en la NFL, San Diego podría quedarse sin equipo. Los dueños de la liga podrían autorizar que el presidente de los Chargers, Dean Spanos, mude la franquicia a un suburbio industrializado de Los Ángeles, donde se construiría un estadio en el que jugarían también los Raiders, ubicados actualmente en Oakland.
Durante el encuentro, algunos fanáticos mostraron carteles en los que criticaban duramente a Spanos.