A pesar de entrar a Postemporada como el sexto sembrado de la Conferencia Nacional, los Halcones Marinos de Seattle son el equipo más experimentado por los logros alcanzados recientemente y a partir de este domingo inician el camino para llegar a su tercer Super Bowl en fila, algo que sólo los Bills de Buffalo han conseguido.
Pese a tener un comienzo de 2-4 a mediados de octubre, los Halcones Marinos se recuperaron con victorias en ocho de sus últimos 10 juegos de campaña regular para obtener un boleto a Postemporada por cuarto año al hilo.
A diferencia de las dos campañas anteriores en las que Seattle siempre jugó en casa durante los Playoffs, el equipo ahora inicia en casa de Minnesota, con un clima congelante, pero al equipo comandado por el entrenador Pete Carroll le siente bien jugar fuera de CenturyLink Field, pues en esta campaña los Halcones Marinos han ganado cinco partidos consecutivos, superando a sus oponentes 109-19 en los últimos tres.
En uno de ellos se incluye precisamente, el duelo en que apalearon a los Vikingos 38-7. En aquel encuentro limitaron a Adrian Peterson a ocho acarreos y 18 yardas por tierra. En total, Seattle terminó con 433 yardas en el ataque mientras que los locales con 125.
Los de Minnesota van a ser los anfitriones de un partido de Playoffs por primera vez en seis años, aunque su encuentro no es exactamente como un premio por ganar la División Norte de la Conferencia Nacional.
Minnesota puede tener al rival más complicado de todos en la Ronda de Comodines, ya que el equipo se mide a los actuales bicampeones de la NFC. Seattle no contará con el corredor Marshawn Lynch, quien no jugará por una hernia abdominal de la cual no se ha podido recuperar aunque ya fue operado.
“Si quieres ser Campeón debes derrotar al equipo que sea. Creo que estamos a la altura de cualquier otro equipo y es momento para confirmarlo”, declaró Mike Zimmer, entrenador de Vikingos, previo al encuentro donde se juegan toda la campaña.
