La derrota frente a los Chicago Bears no era algo presupuestado para Pittsburgh Steelers, por lo que levantarse de dicha caída luce como una obligación para un equipo considerado como uno de los candidatos a pelear el trofeo Vince Lombardi en el Super Bowl LII.
El problema para Steelers es que tendrá enfrente a su más odiado rival, mismo que se ha convertido en su ‘coco’: Baltimore Ravens, en una lucha encarnizada por el Norte de la Americana.
El equipo de John Harbaugh ha ganado cuatro de sus últimos cinco enfrentamientos frente a Pittsburgh, incluyendo uno en los Playoffs, en la Ronda de Comodines de la temporada 2014-2015, en un duelo en el Heinz Field.
Sin embargo, la buena noticia para los Acereros es que su única victoria en dicho intervalo fue en su más reciente choque, aunque fue en casa a diferencia de este mediodía.
Lo cierto es que Baltimore también llega luego de una dolorosa derrota contra Jacksonville en Londres, donde fueron aplastados con un marcador de 44-7 y el quarterback Joe Flacco, que suele ser quien da la cara por el equipo, fue relevado a medio juego tras completar sólo ocho pases en 18 intentos, para tener 28 yardas aéreas y sufrir dos intercepciones.
“Necesitamos ganar. Todas las victorias cuentan, pero éste es un juego de división. Las victorias contra rivales de este tipo son un poco más importantes. Estás intentando ganar un campeonato de sector. Ése es el objetivo”, declaró un ‘furioso’ Harbaugh, quien busca cobrarse con Steelers la dura derrota de la semana pasada.