Uno de los estadios de Estados Unidos fue destruido en 15 segundos, mediante explosivos que estallaron uno tras otro en varios puntos de la instalación en el centro de Atlanta.
La implosión planificada hizo que el emblemático Georgia Dome quedara hecho añicos por la mañana y una gran nube de polvo y deshechos se alzó en el lugar y después se esparció lentamente por el centro de la ciudad.
La instalación que abrió sus puertas en 1992 será reemplazada por el Estadio Mercedes-Benz, construido al lado, en el que los Atlanta Falcons, de la NFL, y el equipo de la MLS Atlanta United serán locales.
En el Georgia Dome se jugaron dos Super Bowl y se realizaron diferentes actividades como conciertos, campeonatos de basquetbol entre otros eventos.