El dueño de los Raiders, Mark Davis, aceptó que quiere mudar al equipo de Oakland a Las Vegas, por lo que está dispuesto a gastar 500 millones de dólares como parte de un acuerdo para construir un estadio en la ciudad de las apuestas.
Davis apostó todas sus fichas a esta ciudad en el desierto y, junto al exfutbolista David Beckham y el dueño de casinos Sheldon Adelson, compareció el jueves ante un comité que analiza la propuesta para construir un estadio por 1.400 millones de dólares.
El empresario destacó que los Raiders jugaron un partido de exhibición en Las Vegas en 1964 contra Houston y señaló que, con ayuda para construir el estadio, no pasarán otros 50 años antes de que el equipo vuelva a jugar en la ciudad.