Viva el rey, muera el rey. Es el slogan perfecto para el combate estelar de WrestleMania 32 en el que Triple H defenderá el campeonato WWE Mundial Pesado frente a Roman Reigns.
El ‘Rey de Reyes’ regresó para ocupar el lugar que le corresponde; Roman, a su vez, intenta erigir un imperio que por muchos años ha buscado establecer, pero que por una u otra razón siempre se le escapa de las manos.
El pasado y el futuro se miden en el evento de gala de la empresa luchística más mediática del planeta y no lo podían hacer en otro inmueble sino en el AT&T Stadium, el palacio deportivo que el excéntrico Jerry Jones, dueño de los Vaqueros de Dallas, construyó.
Triple H, quien se desempeña como el Vicepresidente de WWE, se adueñó del campeonato en el más reciente Royal Rumble. El jefe de la ‘Autoridad’ salió en el número 30, justo cuando nadie lo esperaba y se quedó con el título, que en ese momento le pertenecía al ‘Emperador Romano’.
“Nada ha cambiado, sigo tan fuerte como siempre y con los deseos de mantener el cinturón. Estoy acostumbrado a estos escenarios y este tipo de peleas, soy un hombre de retos y este es uno más”, afirmó el ‘Juego’, quien tiene marca de nueve victorias y 10 derrotas en WrestleMania, es decir, tiene marca negativa en el evento.
Reigns intenta alcanzar el Campeonato de los Pesados por tercera vez en su carrera y con ello establecerse como el rostro actual de la empresa.
“Estoy aquí, listo para demostrar que tengo todo para obtener nuevamente el campeonato”, declaró Roman.
El luchador de ascendencia samoana tiene la fortaleza, el carisma y apoyo de gran parte de los fanáticos, pero no termina por afianzarse como esa estrella que la empresa necesita para tomar el lugar de otros elementos que ya van salida como es el caso del mismo Triple H.
Luego de esta noche, se sabrá si la WWE iniciará una nueva era con Reigns o se extiende el dominio del ya legendario Triple H.
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