En un combate infartante, Brock Lesnar derrotó a Undertaker tal y como lo hiciera en Wrestlemania 30; Hell in a Cell fue el pretexto ideal para enfrentar a dos colosos de la lucha libre, y el resultado fue de alarido.
En un combate sin tregua por ninguna parte, Lesnar y el Enterrador se golpearon con todo lo que tuvieron en sus manos, incluidas sillas, escaleras, la jaula y hasta el entarimado, evidentemente dañado.
La violencia abundó en el encordado, y la Garra de Ultratumba apareció una y otra vez en favor del Hombre Muerto; sin embargo, la triple dosis de F5 propinada por Lesnar sentenció al veterano gladiador.
Cuando parecía que Taker no tendría la fuerza suficiente para levantarse tras la derrota, fue impulsado por el estruendoso coro del Staples Center, que le vio ponerse de pie para luego ser maltradado por la Familia Wyatt, bando que dejó inconsciente a la leyenda viviente para abandonar el inmueble con su víctima en brazos