Como México no hay dos. Los pilotos Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, así como Maurizio Arrivabene, director deportivo de la Escudería Ferrari, reconocieron la entrega de los tiffosis mexicanos.
"Ando echo la mocha güey", fueron las palabras con las que Vettel recordó a la afición tricolor las clases de español que hace un año recibió del piloto mexicano Esteban Gutiérrez por el regreso de la Fórmula Uno al país.
En una convivencia a un costado del Museo Soumaya los pilotos y el directivo de la Escudería del Cavallino Rampante revelaron lo que más les gusta de México. La cerveza respondió Kimmi y un sonriente Vettel optó por los tacos.
"Fuera de eso lo que más me gusta es la pasión del público", dijo el cuatro veces campeón mundial de la Fórmula Uno.
Mientras que Arrivabene destacó el corazón de los mexicanos. Ambos pilotos coincidieron que no cambiarían nada en su trayectoria deportiva pues han aprendido de las cosas buenas y malas. Y si de elegir una época distinta de la máxima categoría del automovilismo deportivo en la que les hubiera gustado correr, Raikkonen se inclina por los años 70 mientras que a Vettel le hubiera gustado tener como rivales en la pista al legendario Ayrton Senna y Nigel Mansell.
"Gracias por el apoyo de todo corazón a todos los tiffosis mexicanos", mencionó Arrivabene en un perfecto español.
Al final de la charla Sebastian, Kimmi y Maurizio consintieron a los asistentes con una firma de autógrafos.