El poder de Cornelius Bundrage se impuso al ímpetu de Carlos Molina, quien perdió el campeonato Superwelter de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) contra un rival que logró conectar golpes definitivos en la Oasis Arena de Cancún, Quintana Roo.
El estadounidense salió desde el primer campanazo a dejar claro que venía por el título, lo que se vio reflejado en el round inicial con una potente derecha que conectó plena al rostro del mexicano, quien de inmediato se fue a la lona, de donde se levantó para seguir en el pleito que al final terminó perdiendo por decisión unánime, con calificaciones de 116-109, 117-106 y 115-110.
Los primeros dos asaltos evidenciaron la inactividad del michoacano, quien regresó luego de 13 meses fuera del ring; sin embargo, a partir del tercer capítulo logró plantarse en el encordado, encontró la distancia y comenzó a desarrollar su pelea con golpes a las zonas blandas y presión sobre todo el ring.
Bundrage bajó el ritmo de la pelea, comenzó a administrar el aire y optó por contragolpear, estrategia que a la larga rindió frutos. Molina entraba con rectos de izquierda a la guardia del estadounidense, quien lo recibía con la mano derecha al rostro, echando para atrás al de Pátzcuaro.
La pelea cayó en el ritmo que impuso el mexicano, pero Bundrage siempre encontró la forma de conectar sus golpes, sobre todo de mano derecha, impactos que lucían poderosos a pesar de que eran pocos, pues Molina fue quien en todo momento buscó la pelea, pero sin conectar golpes decisivos.
El décimo capítulo fue definitivo para el mexicano, pues recibió un golpe con la mano derecha que lo derrumbó. Posteriormente Molina se incorporó, pero de no ser por las sogas hubiera vuelto a caer; desde entonces el 'King' no se pudo recuperar.
Los últimos capítulos fueron de trámite para Bundrage, quien traía desmayada la guardia y jalaba aire por la boca; no obstante, logró neutralizar los embates de Molina, quien fue persistente pero poco efectivo en sus ofensivas.