La directiva de los Yanquis de Nueva York ha manejado el mismo discurso durante las últimas temporadas: la meta es dejar la nómina por debajo del impuesto de lujo para 2014.
Sin embargo, con las firmas que ya hicieron durante la temporada baja, ese objetivo no se logrará.
Los Yanquis firmaron contratos equivalentes a 461 millones de dólares en sólo seis jugadores de cara a la temporada 2014. Para este año, la nómina de los neoyorquinos se calcula en 203 millones de dólares, cifra que rebasa el tope de 189 millones.
Tras la partida de Robinson Canó, a quien le negaron un acuerdo por 10 años en la agencia libre, parecía cierto que los Yanquis buscarían tener una nómina por debajo del impuesto de lujo; sin embargo, poco a poco los Mulos volvieron a su fórmula de los últimos años.
Y es que tras una temporada en la que el equipo no logró clasificar a la Postemporada, la directiva encabezada por los hermanos Steinbrenner no quiere ligar campañas consecutivas sin jugar en octubre, algo que no ocurre desde hace 20 años.
"Tenemos que hacer lo que sea para poder ganar. Teníamos que asegurarnos que tuviéramos suficiente pitcheo para acompañar a nuestra nueva alineación", dijo Hank Steinbrenner, tras la firma del pitcher japonés Masahiro Tanaka, el pasado miércoles por 155 millones de dólares y siete temporadas.
Tanaka es la joya de la corona de las contrataciones de los Yanquis esta temporada en la que buscaban reducir gastos. Esta versión ahorrativa repartió 155 millones de dólares para Tanaka, 148 para Jacoby Ellsbury, 85 para Brian McCann, 45 para Carlos Beltrán, 16 para Hiroki Kuroda y 12 para Derek Jeter.
Pese a las cifras, lo que este año gastó la directiva neoyorquina está muy por debajo de lo que quisiera, pues asegura que se ve limitada por el reparto de ingresos entre todos los equipos de las Grandes Ligas.
"Si no fuese por la repartición de ingresos, tendríamos una nómina de 300 millones (anuales) si quisiéramos. Así que hacemos esto pese a tener que pagar todo ese dinero en repartición", dijo Hank Steinbrenner.
Esta versión 'moderada' de los Yanquis buscará ganar la Serie Mundial 28 para el equipo y dejar atrás un 2013 para el olvido, pues no sólo no clasificaron a Playoffs sino que tuvieron que ver como sus archirrivales, los Medias Rojas de Boston, alzaron la corona.