En la oficina de los Diablos Rojos del México trabajan a contrarreloj para tener listo para el mes de marzo de 2017 su nuevo estadio.
Othón Díaz, nuevo gerente general del equipo escarlata, compartió que actualmente tienen un retraso de 45 días en los planes de trabajo, pero que la instrucción es clara: el estadio debe estar listo sí o sí para el inicio de la temporada 2017.
“Don Alfredo (Harp, dueño del equipo) dice que el estadio tiene que estar. Hay cosas que no están a nuestro alcance, hoy por hoy la gráfica nos tiene sufriendo con 45 días que tenemos que ir adelantando”, explicó Díaz.
El directivo reconoció que a pesar de que el proyecto del nuevo estadio se presentó desde el mes de diciembre de 2014, apenas llevan cuatro meses los trabajos en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixiuhca, de los cuales la mayoría son de los cimientos.
“Todas esas columnas no se ven, estamos enterrando más de mil 500 pilotes, están para que el estadio tenga la estructura suficiente para evitar cualquier riesgo. Llevamos trabajando cuatro meses, pero cuatro meses bajo tierra”, dijo.
De igual forma, aclaró que para que los aficionados puedan entrar al nuevo recinto se hará un puente y no un túnel, como en un principio se había proyectado y que la construcción del mismo no afectara ni las 6 Horas de México ni el Gran Premio de México.
“Es un puente, es un hecho. El túnel y el tiempo que tarda (en construirse) no eran compatibles con las fechas de la Fórmula Uno. No hay problemas (con las 6 Horas de México), porque cuando es un puente, hacen la construcción que va afuera de la pista y luego ya se traen esas ballenas enormes que con una grúa se colocan encima y no hay ningún problema”.
La promesa es entregar un estadio de primer mundo, que pueda albergar un juego de Grandes Ligas de temporada regular, pero el tiempo apremia.