Hace un año los Reales de Kansas City vieron cómo en un dramático séptimo juego se les escapó el título de las Grandes Ligas y su sequía llegó a tres décadas sin campeonato, al ser 1985 la última vez que lo consiguieron.
En tanto, fue en 1986 la última vez que los Mets de Nueva York hicieron felices a sus aficionados. A partir de hoy, los dos equipos tienen la oportunidad de terminar con sus casi 30 años sin ser los mejores del beisbol.
Esta Serie Mundial es el momento de la revancha para estas novenas, que además del tiempo sin campeonato, también tienen en común que tras aquellos títulos en la década de los ochentas, sólo tuvieron una aparición en el Clásico de Otoño antes de esta oportunidad y fueron derrotados.
Así como los Reales cayeron el año pasado ante los Gigantes de San Francisco, los Mets perdieron la Serie Mundial del 2000 frente a los Yankees de Nueva York. Otro aspecto en común de los dos es que tras su fracaso en el Clásico de Otoño pasaron años oscuros.
Después de perder la Serie Mundial del ‘Subway’, los Mets no volvieron a Postemporada hasta 2006 y perdieron la Serie de Campeonato contra los Cardenales y de ahí, inclusive, hilaron seis campañas perdedoras. La historia para los Reales fue más dura, ya que luego del título de 1985, no regresaron a Playoffs hasta el año pasado.
Kansas llega al duelo tras haber eliminado a los poderosos Azulejos de Toronto, y el manager Ned Yost ha comentado que aún está presente en él y algunos de los jugadores el triste recuerdo de la ‘faena’ de Madison Bumgarner, pitcher de San Francisco, en 2014.
En tanto, los Mets despacharon rápido a los Cachorros de Chicago, al barrerlos en cuatro juegos, esto les ha dado más días de descanso y es un factor que podría jugarles en contra, ejemplo de eso son los Rockies de Colorado del 2007, que luego de limpiar la Serie de Campeonato no pudieron ganar un sólo juego de la Serie Mundial contra Boston.
Por todo esto, se espera un final de temporada intenso, ya que los dos equipos conocen perfectamente las vueltas del destino y que los triunfos se deben gozar, ya que pueden tardar muchos años en volver.