Las Grandes Ligas deberán cambiar su política sobre jugadores cubanos si los Marlines de Miami y los Rayos de Tampa Bay pretenden parte del dinero que el estado de Florida designaría para estadios de equipos deportivos profesionales, de acuerdo con una iniciativa de ley aprobada en la Cámara de Representante.
El peligroso escape de Cuba a México del jardinero cubano Yasiel Puig, de los Dodgers de Los Ángeles, fue la inspiración para fijar las condiciones que establece la iniciativa para otorgar fondos para la construcción de estadios.
Aunque otros jugadores extranjeros pueden negociar con los 30 equipos de la Liga antes de firmar un contrato, los equipos no están autorizados para negociar con peloteros cubanos si éstos siguen en la isla. Por su parte, los jugadores cubanos pueden ser reclutados como amateurs si llegan directamente a Estados Unidos, lo que les podría llegar a costar decenas de millones de dólares. Por eso los cubanos optan por fijar su residencia en otros países, corriendo grandes riesgos.
"Voté por esta iniciativa por cada chico en Cuba que desea una oportunidad justa para venir a este país y jugar beisbol sin caer en las garras de los traficantes humanos, contrabandistas y cárteles de las drogas", dijo el representante republicano Matt Gaetz. "Eso es más importante para mí, francamente, que si se construye un estadio".
Los detalles del escape de Puig de Cuba a México fueron revelados recientemente en una demanda legal que describió el peligroso viaje, su trato con personajes turbios y cómo fue que Puig y un boxeador cubano terminaron siendo rehenes por no pagar sus deudas a traficantes. Puig, el boxeador Yunior Despaigne y sus familias siguen recibiendo amenazas de muerte y uno de los hombres que los sacó de Cuba fue asesinado a tiros en Mexico, de acuerdo con el reportaje publicado primero en Los Angeles Magazine.
Puig terminó firmando un contrato por 42 millones de dólares con los Dodgers.
Gaetz y el representante José Félix Díaz, republicano por Miami, hicieron sus acotaciones a la iniciativa después de leer la historia de Puig. La iniciativa fue aprobada con una votación de 93-16.