Fueron más de seis horas en las que los Indios de Cleveland y los Azulejos de Toronto protagonizaron un partido que alcanzó las 19 entradas disputadas; más del doble de lo que duraría un encuentro regular en las Grandes Ligas.
El duelo que comenzó pasado el medio día presentó un importante mano a mano en defensiva, que mantuvo en blanco la pizarra a lo largo de 16 capítulos, exceptuando el tercero, sexto y décimonoveno, cuando se definió la historia.
Carlos Santana rompió la igualada con un batazo kilométrico entre el jardín derecho y el central; esa fue la última carrera anotada por los de Cleveland, que ya acumulan 14 juegos consecutivos sin conocer la derrota.
Con esta agónica victoria, los Indios acumulan poco más de medio mes sin perder; la última vez que cayeron fue el 15 de junio; sólo cuatro días antes del histórico triunfo de los Cavaliers en la NBA, el primero desde hace más de 50 años para la ciudad.
