Markieff Morris, jugador de los Suns de Phoenix, recibió la mala noticia de la suspensión de dos partidos por el incidente que protagonizó el pasado miércoles al lanzarle al entrenador del equipo, Jeff Hornacek, la toalla.
Esto se dio después de que le cambiara ante el bajo rendimiento que tenía. De momento, a Morris el altercado le va a costar la pérdida de un salario de 145, 455 dólares que sería lo que cobraría por los partidos que iba a disputar el sábado, contra los Sixers de Filadelfia, y el lunes, frente a los Cavaliers de Cleveland.
La acción ocurrió en el cuarto periodo del partido que al final perdieron los Suns en su campo por 96-104 contra los Nuggets de Denver, que los dejó con la tercera derrota consecutiva.
Morris ha tratado de justificar la acción como consecuencia de la frustración de no poder dar lo mejor que tiene como jugador y a través del Twitter ha pedido perdón al entrenador.
"Los compañeros me dijeron que golpeé al entrenador, pero mi intención no era la dirigirla contra él, deseaba ayudar al equipo y ahora lo que debo hacer es mirar al futuro", comentó.
Hornacek, que respondió con el lanzamiento de la misma toalla al jugador, declaró posteriormente que Morris pensaba que debía seguir, pero las estadísticas y como rendía el equipo con él no lo justificaban y de ahí su decisión.