La entrenadora china Ma Jin terminó la relación con Paola Espinosa después de Río 2016, pero eso no la detiene en sus planes rumbo a sus quintos Juegos Olímpicos.
Con miras a Tokio 2020, la clavadista se enfocará en el trampolín de 3 metros, prueba donde presume bronce mundial individual en la Copa del Mundo 2010; así como oros en los Panamericanos de Toronto 2015 y Río 2007, en individual y sincronizados.
"Termina oficialmente mi ciclo con la entrenadora Ma Jin. Quiero seguir mi carrera deportiva con miras a Tokio 2020 porque estoy segura que puedo darle más triunfos a mi país si busco la transición de la plataforma de 10 metros al trampolín de 3 metros", informó Espinosa a la Federación Mexicana de Natación (FMN) y a la Conade.
"Esta transición requiere tiempo, preparación física paulatina para cambiar mi fisonomía y tener la fuerza requerida para el trampolín de 3 metros, prueba en la que también he demostrado que tengo talento. Considerando que la técnica la he aprendido en más de 23 años de trayectoria", agregó.
La mejor clavadista mexicana de la historia hará la transición de pruebas de la mano de su preparador físico, el cubano Pedro Gato.
"El trabajo del profesor Gato se vio reflejado en mis resultados en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 (dos medallas de oro y un bronce) y ahora en Juegos Olímpicos, donde me quedé muy cerca del podio y en donde quedó de manifiesto que soy una atleta que se mantiene en la elite de los clavados en el mundo", expuso la campeona mundial en 2009.
En este lapso, Paola continuará las terapias con la doctora Andrea Campos para evaluar la lesión que tuvo en la espalda previa a Juegos Olímpicos.
Una vez que esté físicamente al 100 por ciento definirá a su nuevo entrenador con quien emprenderá una nueva aventura rumbo a la máxima justa deportiva.