El ‘Relámpago’, el hombre de los récords, el más rápido del universo, el gran ‘showman’, Usain Bolt, se despedirá de la prueba reina del atletismo de velocidad, los 100 metros planos, este sábado en el Campeonato Mundial de Londres.
Después de más de 13 años de haber establecido su primer récord mundial juvenil (en los 200 metros), de conquistar ocho oros olímpicos y 11 mundiales, el plusmarquista jamaicano de 30 años de edad buscará su último podio en el hectómetro en el estadio que albergó los Juegos Olímpicos de Londres 2012; mismo óvalo donde se proclamó bicampeón olímpico en los 100m y 200m.
El mejor velocista de todos los tiempos, quien es capaz de poner al mundo a sus pies con tan sólo mostrar su grandeza durante unos segundos, venció a los 17 años de edad a su primer rival: la escoliosis (desviación en la columna) que amenazaba con alejarlo de las distancias cortas.
Si bien nunca se dedicó en las pruebas con vallas, fue un especialista en librar su mayor obstáculo: las lesiones durante su trayectoria deportiva.
“Todo lo hago por mi país. Están enloquecidos por mí y me siento orgulloso, es un honor hacer esto por Jamaica. Sigo diciéndoles ‘chicos, mi meta es convertirme en una leyenda’”, mencionó Bolt, tras proclamarse campeón del orbe en los 200m en la justa de Berlín 2009.
Usain se inició en el atletismo en el doble hectómetro, prueba donde impuso récord mundial juvenil con tiempo de 19.93 seg, el 11 de abril de 2004 en los Juegos Carifta en Bermudas.
“Cuando era niño soñaba. Dejé de soñar y empecé a hacer porque el poder de lo que se realiza es lo que vuelve los sueños realidad”, es el lema de vida del más exitoso atleta de la historia.
Y aunque todas las despedidas son tristes, el próximo sábado la leyenda viviente todavía disputará el relevo 4x100 metros, para ahora sí poner punto final a su carrera, en la que no sólo llegó a la meta como el más grande, sino que se elevó a un nivel mayor.