Ronda Rousey, expeleadora de la UFC, podría disputar su próximo combate en un ring de lucha libre en la WWE, pues ya se reunió con Triple H en un restaurante de Los Ángeles.
“Conversamos con Ronda, como lo hemos hecho desde hace tiempo”, declaró Paul Levesque (nombre real de HHH), en una comunicación telefónica con The Associated Press.
“Ella tiene muchos proyectos y nosotros también. Pero nuestra relación es muy buena con ella, un punto de vista muy amistoso desde hace tiempo. Fue fabuloso encontrarnos con ella”.
Rousey, alguna vez la peleadora más dominante en las artes marciales mixtas, no ha competido desde que la brasileña Amanda Nunes la derrotó en 48 segundos en la función UFC 207, efectuada el 30 de diciembre de 2016.
En 13 meses, Rousey (12-2) perdió dos peleas consecutivas y se tomó un descanso en el que ha ampliado sus actividades a otras variantes del espectáculo.
La peleadora, que adoptó el apodo 'Rowdy' del luchador 'Rowdy' Roddy Piper, consagrado en el Salón de la Fama de la WWE, es gran admiradora de la lucha libre y ha participado como invitada en funciones de la WWE.
Rousey lució al lado de Dwayne 'The Rock' Johnson cuando ambos enfrentaron al malvado Triple H y a la esposa de éste, la también ejecutiva Stephanie McMahon.
'The Rock' levantó el brazo de Rousey en señal de celebración al final de este evento con WrestleMania en 2015. Rousey ha estado en las gradas en competiciones de NXT, el sistema de desarrollo de la WWE.
Rousey y sus compañeras de la UFC, Marina Shafir, Shayna Baszler y Jessamyn Duke eran conocidas como las Cuatro Jinetes, un nombre que hace homenaje al establo de los Cuatro Jinetes encabezados por el malvado Rick Flair en las décadas de 1980 y 1990. Baszler firmó contrato con la WWE y lucha en NXT.