'Los sueños están para hacerse realidad', frase que llevó a cabo Samuray del Sol el pasado 18 de agosto al pisar por vez primera la Catedral de la Lucha Libre Mexicana en el Grand Prix. Aunque salió de la lucha con un fuerte golpe en la cabeza, por dentro era el ser más feliz sobre la tierra al estar cumpliendo el sueño de él y de su abuelita (qepd).
“Otro sueño cumplido, no sólo el mío, también el de mi abuelita. Yo sé que ella estaba viéndome y gritándome con sus tortas escondidas, yo siempre había querido pisar la Arena México", comentó el exgladiador de la WWE en entrevista para RÉCORD.
"Es una experiencia muy grande que no sé cómo explicar, cuando llegué a la arena mi abuelita me estaba viendo en las gradas con sus tortas bajo el brazo, una emoción muy grande y un sueño hecho realidad", agregó.
Quien en su momento luchó en la WWE bajo el nombre de Kalisto, tuvo una infancia difícil, ya que vendía chicles para sobrevivir. Sin embargo, luchó por sus sueños y desde muy temprana edad acudió a clases con uno de los payasos Cocos, buscando emular el éxito de sus ídolos Octagón y Tinieblas.
"Yo nací en Estados Unidos, pero viví en México y cada año iba y regresaba de vacaciones, tengo mucha familia aquí, esta es mi casa, aunque represente a USA, yo tengo sangre latina", platicó.
Su próxima cita con la gente mexicana será en el 90 Aniversario del CMLL, una función que pasará a la historia por el cartel que tendrá. Samuray se reencontrará con su excompañero Lince Dorado para enfrentar a Titán y Soberano Jr.
"Yo quiero regresar a México, porque me encanta, yo vivía acá en México, vendía chicles en la calle, siempre quería ir a la Arena México a ver la lucha libre, pero no tenía la oportunidad de chiquito. Tenía hambre de regresar a ver a la gente, el ambiente y la comida en donde mi lucha libre nació" finalizó.