El futbol femenil en México ha crecido a pasos agigantados en los últimos años en México y el más claro ejemplo es la participación que tuvo la Selección en la Copa Oro W, donde le compitió de tu a tu a las mejores selecciones del planeta y esto en gran parte de sebe se debe al trabajo que se está haciendo en la liga local.
Antes inclusive de que existiera la Liga MX Femenil las futbolistas mexicanas ya daban señales de crecimiento en el deporte, tal es el caso de Esther Mora, quien fue la primera jugadora mexicana en la historia en dar el salto al futbol europeo, donde brilló y se convirtió en una de las mejores delanteras de la liga.
En 1975 Esther Mora fue fichada por el Alaska Lecce de la Serie B de Italia y permaneció 5 temporadas en el equipo en donde además de conseguir títulos de goleo, también fue nombrada como la mejor jugadora extranjera de la liga y contribuyó a conseguir dos campeonatos (1977 y 1979) y el ascenso a la Serie A Femenil.
La delantera mexicana tuvo que tomar la decisión de volver a México por situaciones personales, pero su legado en el futbol femenil de nuestro país quedará por siempre y hasta la fecha continúa siendo inspiración para las nuevas generaciones de mujeres futbolistas.
Al igual que como lo comento Lizbeth Ovalle en una entrevista hace un par de días, Esther Mora también recibió comentarios hirientes de compañeros y padres de sus compañeros por el simple hecho de ser mujer, pues en su niñez e inicios de su carrera, al no existir ligas de futbol femenil tenía que competir en las varoniles, y los padres de familia rivales incitaban a lesionarla.
“Había niños que me decían que una niña no los iba a driblar o a anotarles goles, hacían entradas con malicia para lastimarme. Incluso en una final de torneo recuerdo que un papá gritaba que me rompieran la pierna. La habilidad te hace sobrevivir. Desde pequeña fui muy hábil para quitarme los golpes, la misma calle te hace así”, declaró para Proceso.