La FIFA ha decidido por fin tomar cartas en el asunto y ante el preocupante crecimiento de insultos racistas en el mundo del futbol, Gianni Infantino, presidente de dicha federación, propondrá severos castigos a los clubes que tengan aficionados en sus estadios cometiendo este tipo de actos.
"Ha llegado la hora de que el fútbol, unívocamente como comunidad mundial, se comprometa a erradicar la lacra del racismo de nuestro deporte. El fútbol puede enorgullecerse de erigirse asiduamente en un ejemplo para el resto de la sociedad y demostrar lo mucho que se puede lograr cuando el mundo se une por una causa común”, declaró Infantino en el Congreso de la AFC.
Infantino mandará la propuesta en el 74.o Congreso de la FIFA que se llevará a cabo el próximo 17 de mayo y se basará en una postura de 5 pilares donde incluirá normativas y sanciones, acción sobre el terreno de juego, causas penales, educación y postura conjunta de futbolistas.
En caso de que estas normas se aprueben, los futbolistas que reciban insultos racistas podrán hacer una seña en el campo de juego para hacerle saber al colegiado lo que está sucediendo y a partir de este momento, seguir un protocolo como el que se utiliza en el grito homofóbico.
El primer paso es pedir mediante el sonido local, en caso de que se presente una segunda ocasión se parará el partido momentáneamente y se sacará del recinto a los agresores y en caso de que se presente en una tercer ocasión, jugadores y cuerpo arbitral se irán a los vestidores y se dará por concluido el partido, resultado en derrota para el equipo del que provengan los insultos.
Hasta el momento esta será la medida más fuerte por parte de la FIFA en contra del racismo, pues al día hoy este tipo de insultos no tenían ningún tipo de repercusión deportiva y las sanciones que recibían los clubes eran de un veto parcial o total del estadio.