España dijo adiós del Mundial de Rusia 2018 al caer en tanda de penaltis ante un combinado ruso que durante todo el partido estuvo correteando el balón, pues los ibéricos dieron mil 137 pases y se convirtieron en el primer equipo en superar la barrera del millar en un partido.
La Furia Roja fue el claro dominador del juego que se disputó en el Estadio Luzhnikí, ya que fiel a su costumbre mantuvieron el control del esférico, tanto que finalizaron el encuentro con un abrumador 74 por ciento de posesión del balón.
Al finalizar el enfrentamiento entre rusos y españoles, las estadísticas se volcaron a favor de estos últimos, pero no así el resultado. Los dirigidos por Fernando Hierro acertaron el 90 por ciento de sus pases, los cuales en su mayoría fueron intrascendentes.
La eliminación del combinado español fue la primera gran sorpresa de los Octavos de Final, ya que eran uno de los serios candidatos a llevarse el título de la Copa del Mundo, torneo que se ha demostrado que tener el papel de favorito no gana partidos.
Los anfitriones le plantearon un partido defensivo a los ibéricos, quienes desplegaron un futbol inoperante e inofensivo, pues se basaron a mover el balón de un lado a otro sin generar ocasiones reales de peligro en el arco rival.
Tanto en el tiempo regular como en los tiempos extras, La Furia Roja realizó un total de nueve disparos, de los cuales seis fueron con dirección a portería y uno culminó en el fondo de las redes, gracias a un gol en propia puerta de Sergei Ignashevich.
