En contra de todos los pronósticos, la escuadra de Benfica quedó eliminada en las semifinales de la Copa de Portugal, tras perder con el caballo negro del Moreirense por un marcador de 3-1.
Con este resultado, el regreso de Raúl Jiménez al terreno de juego se vio nublado, y es que después de once partidos invictos, la escuadra de la capital lusa sufrió su primer descalabro, en un duelo donde los modestos locales consiguieron la hazaña de eliminar al gigante portugués.
La anotación temprana de Salvio para el cuadro escarlata dejaba a los visitantes con la idea de victoria al silbatazo final; sin embargo, una serie de errores defensivos dejaría a Jiménez y compañía con una derrota inesperada por primera vez en 9 años, ya que en dicho certamen, el Benfica no había sido eliminado en el tiempo regular.
Con pocos instantes en la segunda mitad, el atacante Drame se encargaría de empatar el marcador tras colocar el esférico dentro de la portería de Ederson; minutos más tarde el delantero Boateng le daría la vuelta al partido con un disparo letal al fondo de las redes.
A pesar de las constantes llegadas a la portería rival, los jugadores de las Águilas no pudieron igualar el resultado parcial; mientras más llegaban las oportunidades el tanto de la igualada se negaba.
Dos postes en los últimos minutos reflejaron la desesperación de los dirigidos por Rui Vitória, quienes por más que intentaron no pudieron revertir el marcador.
La falta de contundencia llevó a un error en la salida de la defensiva de las Águilas, mismo que fue aprovechado por Boateng para definir de manera correcta y conseguir el sorpresivo 3-1, un resultado que deja a Jiménez y compañía fuera de la Final de la Copa de Portugal.