La grandeza no se compra. Tigres volvió a dar muestra de ser un club cerrado y egoísta, detalles que los ha caracterizado en su búsqueda por querer ganarse un lugar en la mesa de los clubes grandes, el arrebatado despido de Diego Cocca lo confirma.
Se sabía que la directiva universitaria facilitó a su entonces entrenador el contacto con los directivos de la FMF aprobando la reunión y sabiendo que existía la posibilidad de que Cocca pudiera aventurarse en el proyecto del Tri.
Sin embargo, después de dicha entrevista y una vez que les notificaron que el estratega argentino había sido el elegido para el banquillo nacional, la postura en Tigres cambió y al interior hubo molestia manifestando deslealtad.
Fue entonces que en San Nicolás decidieron anunciar públicamente la salida del entrenador y la decisión de poner al 'Chima' Ruiz en el cargo de manera interina, madrugando a los federativos del futbol mexicano con la confirmación de que Cocca será el nuevo técnico de la Selección en un acto que reflejó poca ética profesional.
"Hemos tomado la decisión de dar por terminada la relación laboral con Diego Cocca tras su decisión de hacerse cargo de ser técnico de la Selección nacional", aseguró en conferencia de prensa Mauricio Culebro, presidente de Tigres.
"Necesitamos gente que esté comprometida con estos colores e institución, trabajamos en proyectos a largos plazo y hoy nos toca ver hacia delante. Merece tener directiva, jugadores y cuerpo técnico de tiempo completo. No depende de una sola persona para cumplir los objetivos, nadie está por encima de la institución", agregó.
Este episodio se suma al historial de acciones inesperadas de Tigres, desde desafortunadas declaraciones, hasta la noche en que mostraron nula solidaridad con los jugadores de Veracruz, que manifestaban su inconformidad con la falta de pagos sin movimiento en la cancha a pesar de los goles del Capitán felino, André-Pierre Gignac.