Tigres dejó escapar la oportunidad de sentarse en la mesa de los grandes y se comportó como ‘chiquito’. El equipo Felino arañó sin piedad a un indefenso Tiburón, gracias a su soberbia y avaricia.
El equipo del Norte manchó el futbol con su falta de solidaridad y su poca empatía frente a una situación que obligaba a todos a ponerse la misma camiseta y defender la misma causa.
El acuerdo para la histórica protesta de los futbolistas veracruzanos era claro: “No moverse durante los primeros tres minutos del partido” y los universitarios estaban enterados de la manera en que se haría el reclamo.
Sin embargo, el equipo que se dice pertenecer al grupo exclusivo de los grandes de la Liga poco le importó la problemática de sus compañeros de profesión y metieron un par de goles aprovechándose que su rival estaba inmóvil en la cancha.
El primero en romperlo con los códigos de ética entre compañeros fue Luis ‘Chaka’ Rodríguez, quien recibió el esférico y avanzó uno nuestros pasando la media cancha completamente solo para meter un disparo de larga distancia y clarear a Sebastián Jurado que no hizo el mínimo intento por detener el tiro.
Pero la insensibilidad no acabó ahí, instantes después, la estrella de los felinos, André-Pierre Gignac recordó que estaba a un gol del centenar de anotaciones y aprovechó el momento para meter el segundo gol de Tigres también de larga distancia ante un Jurado que volvió a quedarse estático en su área y permitir un juego tanto.
Finalmente, los Felinos 'firmaron' el gol de la victoria después de que en un contragolpe Edu Vargas venció a Sebastián con un potente disparo cruzado.
En el último minuto del juego, el Tibu marcó la anotación de la honra. Tras una brillante jugada colectiva, Colin Kazim Richard cerró la pinza y empujó el balón al fondo de las redes.
