En reunión de dueños de la Liga MX, hoy se debatirán temas delicados sobre cómo se deben de gestionar en nuestro país los contratos y traspaso de canteranos. Se debatirán las adecuaciones a los derechos de formación de juveniles, así como los mecanismos de solidaridad.
El problema en México radica en dos puntos: en eliminar las prácticas enquistadas en algunos equipos herencia del Pacto de Caballeros y en los agentes que firman desde temprana edad a futbolistas y se aseguran en los contratos ventajosos que monopolizarán los beneficios que les lleguen a tocar a futuro en sus traspasos por estos conceptos.
El mecanismo de solidaridad fue instaurado por FIFA en 2001, al reformar el Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA, a fin de compensar económicamente a los clubes formadores, en el contexto de la supresión del derecho de retención de la ‘Ley Bosman’.
Después de un futbolista surge de las fuerzas básicas y es traspasado a otro equipo, y después a otros, un porcentaje de remuneración la recibe el equipo que lo desarrolló.
Pero el reglamento se ha adecuado recientemente a la ‘profesionalización del jugador’ y la indemnización correspondiente al club de donde surgió. Ahora, cuando el futbolista sea inscrito por primera vez como profesional correrá el derecho de cobrar; después, con cada transferencia hasta la temporada en que cumpla 23 años, seguirá percibiendo dinero. Este punto es el que ha dejado al futbolista desprotegidos ante los agentes que los amarren con un contrato abusivo desde temprana edad.
Además, se amplió la posibilidad de recibir el mecanismo de solidaridad (5 por ciento entre los clubes formadores), cuando haya transferencias no sólo de un país a otro, sino también entre clubes del mismo país, cuando los formadores sean de otra asociación. Sea venta o préstamo, se percibirá el monto correspondiente.