La batalla campal que protagonizaron hace unos meses los grupos porrilles del Atlas y Querétaro puso al futbol mexicano bajo los reflectores, pero este episodio de inseguridad fue una prueba de que la Liga MX tiene la capacidad de lidiar con problemas, así lo consideró el presidente de la Liga, Mikel Arriola.
“Creo que lo primero que mostramos al mundo es que tenemos la capacidad de resolver nuestros propios problemas, que tenemos análisis rápidos para atacar lo sucedido, nosotros identificamos las causas del problema, el primero fue la mala gestión del club y el segundo fue la forma en que los grupos de fanáticos están alineados con la violencia", declaró en el Summit Liga MX 2022.
Sin embargo, este acontecimiento también obligó a que la seguridad en los estadios tuviera un estándar más alto, por lo que comenzaron a registrar a todos los aficionados que ingresaran a los inmuebles, con el fin de identificarlos de manera oportuna y esta medida disminuyó a la mitad los actos de violencia, de acuerdo con cifras que el propio Arriola comunicó.
"Entonces nuestra teoría era que ellos tenían una ventaja si no proporcionan su identidad, entonces eso fue lo que hicimos, les preguntamos por su identidad y mostramos la información, la realidad es que la cantidad de fanáticos violentos en México en dos meses se ha reducido en un 50 por ciento”, expresó.
Arriola aceptó que la implementación de estos registros se consideraron como un parteaguas para el futbol mexicano y gracias a este protocolo se tiene un mayor control de los asistentes a los partidos para garantizar un ambiente de seguridad.
"Estamos aplicando la credencialización de los fanáticos, el pasaporte, cada hincha tiene que mostrar su identidad, creo que eso es un antes y un después para el futuro del futbol mexicano”, apuntó.
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