El Clásico Regio llegó al medio tiempo con un aburrido empate, sin embargo, se vivieron momentos de preocupación en el Gigante de Acero entre Rayados y Tigres de las Semifinales de Vuelta de la Liga MX.
Corría el minuto 27 cuando un balón por los aires intentó llegar a Rogelio Funes Mori, pero tanto él como el zaguero Jesús Angulo buscaron la pelota, sin darse cuenta en dónde estaba uno del otro, ambos se impactaron en un fuerte choque de cabezas.
De inmediato, el silbante central, Enrique Santander, mandó a llamar a las asistencias y entró en acción el protocolo de conmoción de la Liga MX. La peor parte se la llevó el nacionalizado mexicano, quien comenzó a sangrar.
Los médicos de Monterrey le calmaron la hemorragia y le colocaron un vendaje especial y pudo ingresar al terreno después de ser revisado por el médico especial de la competencia, pues le hizo pruebas tras recibir el fuerte golpe.
Sin embargo, Angulo la tuvo más difícil, pues a pesar de que no sangró, el médico no lo dejaba jugar y se tardó más con él en las pruebas, aunque que Tigres estaba impaciente para que su jugador volviera a la cancha.
Al final, ambos futbolistas continuaron con el juego sin más problemas y tras ser atendidos por los médicos de sus clubes y el especial de la Liga MX. Aunque Funes Mori perdió su vendaje en dos ocasiones más y tuvo que volver a ser vendado.