Hablar de refuerzos en Cruz Azul remite a los cuestionamientos de su rendimiento en equipos pasados, si sus antecedentes fueron fructíferos o si son los mejores elementos para cada posición. Sin embargo, para elegir a extranjeros en este Clausura 2020 fallaron a dos de las cualidades que tenían establecidas para sumar jugadores: que fueran seleccionados o supieran lo que significa un campeonato en sus anteriores equipos.
A punto de hacer oficiales a Lucas Passerini, argentino que viene de la Liga de Chile, así como el brasileño Paulinho Bóia, además del colombiano Pablo Ceppelini, son una tercia que no cuenta con la experiencia en sus respectivas selecciones ni fueron campeones anteriormente, pese a que Ceppelini está clasificado en Colombia como uno de lo mejores pasadores de la Liga, así como el campeonato de goleo con el que aterriza Passerini en el cuadro de La Noria.
Estas condiciones quedan a distancia de lo que se buscaba en los refuerzos foráneos durante gestiones previas. En la etapa de Eduardo 'Yayo' de la Torre, desde el Clausura 2016 al Clausura 2018, se optó por extranjeros de cierto cartel, pues se sumaron 16 jugadores a la plantilla de La Máquina, de los cuales ocho de ellos fueron seleccionados nacionales, como Jorge Benítez, Felipe Mora, Enzo Roco, Martín Rodríguez, Ángel Mena, entre otros.
Por otra parte, en la 'era' Peláez se contó con 11 extranjeros y cinco jugaban con sus combinados nacionales, entre los que destacaban Yohismar Yotún, actual referente en la media de los de La Noria, Jonathan Rodríguez e Igor Lichnovsky.
La experiencia en la obtención de títulos era de vital importancia con Peláez y De la Torre, pues la mayoría de los futbolistas sabía lo que era ser campeón fuera de La Noria.
Este es apenas el primero de los torneos que tiene a cargo Jaime Ordiales en la dirección deportiva de la escuadra que comanda Robert Dante Siboldi, con jugadores fuera del país que tendrán sus primeros exámenes en la plantilla celeste y que sólo el tiempo dirá si esta nueva fórmula era la idónea.