El Estadio Azteca se ha vaciado. El perfume de la lluvia atrae los recuerdos. Huele a nostalgia. Óscar Pérez fija la mirada. Desde uno de los palcos, observa la portería de Cruz Azul que defendió 418 veces vestido de celeste; sonríe, voltea al cielo, abraza a sus familiares. Todos se han ido de la cancha, menos él, que se toma el tiempo de confesarse con el templo del futbol que vio su debut un 21 de agosto de 1993.
Nada es eterno. Ni el ‘Conejo’, que se confiesa: “Si volvería a nacer, volvería a ser portero y obviamente de Cruz Azul”.
Óscar ataja las memorias: “Se me vinieron a la mente recuerdos, imágenes de cuando debuté, justo fue en esa misma portería, justo las bancas estaban allá. Todo estuvo espectacular”.
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Cruz Azul representó el 56 por ciento de los 740 partidos que jugó en el futbol mexicano, que gobernó al ser el futbolista con más apariciones en la historia.
“Fue el equipo de mis amores, sí, duré 15 años y pasé de todo. Era un sueño volver”.
Debajo del bíblico Miguel Marín, el arquero de 46 años se va con la satisfacción de ser el portero mexicano más reconocido en la historia de La Máquina.
“Fue un señorón que dejó huella y dejó toda esta grandeza en Cruz Azul. Estaba muy duro el camino, pero pude hacer mi historia. Es un honor que me considere así la gente”.
Ahora, Óscar Pérez mira al futuro. “Estoy terminando el curso de entrenador, pero me llama más el área administrativa, estar cerca de lo formativo, me gusta ayudarle a los chicos para que cumplan sus sueños”.
Por lo pronto, es el ‘Conejo’ de la suerte de cara a un título cementero, este torneo. "Harán un gran año, sé que estarán en Liguilla y levantarán la copa”.